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Tim Jackins
Keeping Our Own Minds
RCTU #81

Combatir El Aislamiento

Una charla de Tim Jackins en la Conferencia de Liberación de la «Salud Mental»,

Octubre del 2024

 Puede ser difícil acordarse de trabajar sobre patrones crónicos, especialmente cuando provienen de las opresiones de una sociedad.

Como casi nadie ha tenido la oportunidad de desahogar completamente sus angustias, algunas de éstas se han ido acumulando a lo largo de las sucesivas generaciones. Estas angustias llegan a formar parte de nuestras sociedades y se transmiten de generación en generación.

Todas las opresiones pretenden que las personas se adapten para servir a la sociedad. Todas ellas obstaculizan el desarrollo de las personas para ser ellas mismas. Además de eso, nuestras sociedades son coercitivas: obligan a la gente a acatar las normas.

 

LA OPRESIÓN DE LA SALUD MENTAL

 Una de las fuerzas de opresión gira en torno a la «salud mental». Si la presión para adaptarse no ha sido suficientemente dura, y si la gente insiste en seguir sus propios pensamientos, se les etiqueta de «problemáticos». Se utilizan diversas presiones para intentar que se adapten, incluido el intento de persuadir a todas las personas de que hay algo erróneo en ellas.

Parte de la comunidad médica se ha unido a este esfuerzo y ha aceptado la idea de que hay algo que no está bien en las personas. El capitalismo apoya esta idea creando y obteniendo beneficios con cada vez más sustancias químicas [medicamentos psiquiátricos] que supuestamente solucionan el problema. Pero todo el trabajo que hemos hecho en los últimos setenta años dice que están equivocados. No es que la gente no funcione correctamente; bueno, a veces lo hacemos. Pero hemos constatado sistemáticamente que cuando la gente desahoga sus angustias, ese funcionamiento inadaptado se detiene.

Es fácil entender que la gente esté confundida al respecto cuando no comprenden cómo funcionan las angustias y el proceso de desahogo. Tanto ellas como nosotras podemos volver a re-estimularnos y dudar de nosotras mismas. Puede que te hayas demostrado a ti misma que puedes deshacer una angustia desahogándola, pero eso no significa que hayas desahogado todos tus miedos en torno a la opresión de la «salud mental».

 

NUESTRA CAPACIDAD DE PENSAR

Aquí hay otra parte importante de RC: cuando la mayoría de nosotras pensamos en RC, pensamos en desahogo y recuperación. Pero también es importante reconocer que podemos pensar bien incluso antes de desahogar todas nuestras angustias.

Las angustias no destruyen nuestra capacidad de pensar. Los sentimientos de las angustias no desahogadas pueden ser confusos, pero no tienen por qué ser insoportables. Incluso con una buena cantidad de angustia sin desahogar, seguimos teniendo la capacidad de ver lo que es real.

Ésta es una idea importante: Cada una de nosotras puede resistir la atracción de nuestras angustias, incluso antes de haber sido capaz de desahogar todos esos sentimientos.

Siempre podemos decidir lo que vamos a hacer. Podemos hacer lo mejor que se nos ocurra aunque nos parezca terriblemente duro. Podemos luchar con nuestra angustia para permanecer en la realidad del tiempo presente.

En las clases fundamentales aprendimos a hacer a nuestra participante una pregunta para llevar la atención hacia el exterior al finalizar la sesión. Cuando la gente empieza RC no se dan cuenta de que pueden sacar su atención de las angustias. Y cuanto más hemos podido desahogar, mejor lo hacemos. Se vuelve más claro que tenemos el poder de pensar a pesar de las angustias, que podemos sacar nuestra mente de la re-estimulación y estar en el presente. Cuanto más claro tengamos esto, más decididas estaremos a luchar por ello.

 

LUCHAR POR NUESTRAS MENTES

 Es importante decidir luchar por nuestras mentes, negarnos a ceder a la atracción de la angustia re-estimulada. Podemos decidir esto contra la atracción y la confusión de cada opresión. Es especialmente importante con la opresión de la «salud mental», porque la opresión de la «salud mental» es decir que no tienes control sobre tu propia mente, que de alguna manera estás demasiado dañada para controlar tu mente. No creemos que un ser humano «pierda la cabeza». Todo el trabajo que hemos realizado a lo largo de setenta años, con cientos de miles de personas, respalda nuestra forma de pensar al respecto.

Como todas las personas hemos sido blanco de la opresión de la «salud mental», se trata de una auténtica batalla. Pero podemos oponernos a las grabaciones que dicen que hay algo malo en nosotras. Podemos luchar por la idea de que nuestras mentes están perfectamente bien como están.

Esto no significa que no nos confundamos y cometamos errores, porque los cometemos. Siempre cometeremos errores; así es como aprendemos. Pero sabemos que los errores repetitivos proceden de patrones de angustia que pueden desahogarse. Con el proceso de desahogo recuperamos la capacidad de pensar de nuevo.

Hagamos una mini-sesión en la que luchemos a favor de nuestra mente contra quienquiera que piense que hay algo malo en nosotras.

 

AISLAMIENTO

 Quiero que volvamos a trabajar sobre nuestras primeras angustias, especialmente las que nos aislaron de todas las demás personas. El aislamiento ha desempeñado un papel importante y destructivo en nuestras vidas. Creo que fue el aislamiento lo que nos hizo tan vulnerables a otras angustias. Si hubiéramos conseguido tener una buena conexión al principio de nuestras vidas, si hubiéramos podido tener una persona que realmente pudiera compartir pensamientos con nosotras, habríamos tenido a alguien con quien pensar sobre las fuerzas opresoras. Fuimos el blanco de las opresiones y no teníamos a nadie con quien pensar sobre ello. Tampoco podíamos saber si alguien más se daba cuenta de las cosas tal y como las vivíamos nosotras.

Es confuso sentirse tan sola, tal y como nos sentimos nosotras. Muchas de nosotras llevamos varias décadas en RC. Hemos entablado relaciones con muchísimas personas, a las que queremos y en las que confiamos, pero a menudo eso no basta para interrumpir el aislamiento.

Seguimos sintiéndonos solas a pesar de haber construido estas relaciones. Por supuesto, ese sentimiento no tiene que ver con lo que es real ahora; tiene que ver con la forma en que nos hirieron hace tiempo. Y como todas las angustias, el sentimiento no cambia hasta que tenemos la oportunidad de desahogarlo lo suficiente.

Así que la pregunta es, ¿dónde te quedaste alejada de todo el mundo?

 Lo diré de otra manera: ¿dónde perdiste la conexión con el resto de las personas? En algún momento, cada persona deja de intentar conectar, y se rinde, y sigue adelante y construye una vida por sí misma. Es como si estuvieras sentada en un barquito atado al muelle, cortaras la cuerda y te fueras a la deriva.

Ese es un momento muy importante en nuestras vidas, porque en ese momento cambió nuestra forma de ver el mundo. Y una de las cosas más tristes es que, por lo general, nadie se dio cuenta. No se dieron cuenta de que ya no les mirabas de la misma manera. Ya no esperabas que pensaran en ti. Te diste cuenta de que estaban demasiado heridas para hacerlo, y te rendiste.

Como nunca hemos tenido los recursos para desahogar ese dolor, la mayoría de nosotras seguimos sintiéndonos derrotadas y desanimadas con respecto a la conexión. Y ahora no sabemos cómo intentar volver a conectar con la gente. Algunas de nosotras no tenemos ninguna esperanza. Y otras soñamos con que alguien nos encuentre y se sienta tan atraído por nosotras [le gustemos tanto] que rompa nuestro aislamiento y nos encuentre. Pero a menudo no tenemos ni la más remota idea de que podemos hacerlo por nosotras mismas.

 

VOLVER A ESTAR JUNTAS

Las condiciones que te llevaron al aislamiento han cambiado. Hay cincuenta y una personas en esta reunión por Zoom que entienden cómo son estas luchas.

 Ninguna de nosotras quiere estar sola. Sé que a veces piensas que sí, que la vida puede parecer más sencilla cuando estás sola, y que intentar conectar con la gente es demasiado re-estimulante. Pero dentro de cada ser humano está el anhelo de estar conectado con otras inteligencias. Puede que esté enterrado bajo la soledad y la impotencia y el desánimo, pero a todo el mundo le gustaría tener el entusiasmo que una niña pequeña muestra hacia todo el mundo. Los seres humanos -los demás seres humanos- son una de las cosas más agradables de la realidad. Y muy claramente sólo la angustia nos separa de los demás.

Así que, tanto si tienes ganas como si no, ahora tienes que volver a acercarte. Sé que no tengo ningún poder, pero te ordeno que vuelvas ahora. Hasta que puedas hacerlo por ti mismo, este es mi trabajo.

Sé que tal vez no te des cuenta de que puedes hacerlo ahora. Pero sé que cada una de nosotras es capaz de hacerlo. Creo que hemos construido las herramientas y las entendemos lo suficientemente bien, además de haber construido relaciones lo suficientemente sólidas, como para poder empezar a hacerlo ahora mismo.

Te ayudará si decides que es verdad que puedes hacerlo. Tienes que decidirlo sin pruebas. Tienes que decidirlo porque quieres que sea verdad. Y después trabajaremos para probarlo en cada una de nuestras mentes.

 

AFRONTAR ESTA LUCHA E INTENTARLO

 

 Quiero trabajar con alguien sobre cómo afrontar esta lucha. No me importa demasiado lo que ocurra cuando trabajo con ellas. Mi objetivo no es necesariamente tener éxito; mi objetivo es que aprendamos a intentarlo en esta dirección. Ahí es donde está ahora nuestra lucha. Tienes que decidirte a intentarlo, pase lo que pase. Es tu mente. Tú eres la única que puede decidirlo. Y tú tienes el poder de decidir cosas como esta.

 Quiero asegurarme de que entiendes que todo esto es posible, y que en nuestras sociedades se dice muy poco sobre que sea posible. Tenemos que ir a contracorriente de muchos siglos de angustias. Esas angustias están ahora incrustadas en todas nuestras sociedades.

Así que cambiar todo esto es un gran proyecto. Y es algo que podemos hacer. Y podemos hacerlo porque sabemos cómo dar acceso al desahogo para todo el mundo. Y una vez que la gente empieza a desahogar, empieza a pensar y a resolver las cosas por sí misma.

Y se vuelven más capaces de pensar por sí mismos y resistir a las angustias de nuestras sociedades. Tenemos que dar a todo el mundo la posibilidad de desahogar.

Mucha gente cree que deberíamos hacerlo mucho más rápido de lo que lo estamos haciendo. Pero recordemos que los seres humanos han existido durante un cuarto de millón de años sin demasiado desahogo, y que probablemente ahora hay más de medio millón de personas que utilizan este proceso. No es un mal logro en setenta años.

Para hacerlo bien tenemos que seguir confiando en nuestras mentes y oponernos a la opresión, aunque no es fácil porque aún tenemos muchas angustias que desahogar. Hemos pensado lo suficientemente bien como para tener un buen modelo de hacia dónde podemos ir. Y para seguir ese modelo tenemos que usar nuestra capacidad de decidir las cosas.

Tenemos que recordar que cuando intentamos cosas y fracasamos, no es un desastre. Puede que nos recuerde todos los récords del fracaso, pero el fracaso puede ser incluso útil si podemos desahogar, aprender de él e intentarlo de nuevo.

Creo que lo importante en este momento es que nos neguemos a dejar de usar la mente. Que no nos rindamos y sigamos los sentimientos de nuestras angustias, ni las opresiones de la sociedad, sino que recordemos siempre que tenemos la capacidad de pensar y encontrar respuestas frescas, nuevas, adecuadas. Y uno de los primeros puntos para llevar eso a la batalla es negarnos a permanecer solas y aisladas.

Si estuviéramos aquí en persona, pediría a todos los que luchan contra el aislamiento que levantaran la mano. Y podrías mirar a tu alrededor y ver todas estas manos levantarse. Levanta tu mano electrónica. Y luego ir a la vista de la galería. Tienes que ver que esto no se trata de ti o de algún fracaso tuyo. Esto es lo que nos pasa a todas las personas en estas sociedades.

Si nos pasa a todas no puede ser culpa tuya; no eres tan poderosa. Tiene que ser una angustia que se ha instalado en nuestras sociedades. Si es una angustia, podemos deshacernos de ella. Puede llevarnos una o dos generaciones. Pero puede que tengas una bisnieta o biznieto que no estarán solos como tú. No puedo imaginarme cómo sería una vida así.

¿Cómo sería la vida si sólo hubiera veinte personas así? ¿Que nunca se aislaran unas de otras, que siempre supieran que hay otras diecinueve personas a las que pueden acudir y que se preocupan por ellas? ¿Que siempre tuvieran personas con las que compartir toda su mente? Eso es a lo que tenemos que aspirar y ver hasta dónde podemos llevar las cosas en esa dirección.

Si queremos acabar allí, tenemos que hacer este trabajo. No podemos sentarnos aquí solas y esperar que esa nieta o nieto no lo esté. Tenemos que empezar a averiguar cómo hacer este trabajo.

Espero hacer esto contigo, y veremos hasta dónde llegamos. Y parte de ello se sentirá miserable porque las cosas estaban así de mal. Y cada paso será divertido porque estaremos más cerca la una de la otra.

 

 

 

 

 

 

 


Last modified: 2025-04-25 22:06:40+00