Reflexiones sobre la Cercanía al considerar
el regreso a las sesiones presenciales

Muchas de nosotras estamos empezando a volver, o hemos vuelto, a alguna forma de hacer sesiones de Co-Escucha en persona. A muchas de nosotras nos ha tranquilizado (profundamente) ver y sentir las conexiones que hemos construido a lo largo de los años. Sabemos que la presencia física de otra inteligencia humana y el contacto con ella pueden ser especialmente reparadores.

Algunas de nosotras nos reuniremos por primera vez en persona con co-escuchas que hasta ahora sólo conocíamos por Zoom o por teléfono.

He aquí algunas reflexiones que pueden ser útiles. En la Comunidad de RC, vamos a pensar de nuevo, a partir de lo que sabemos y el uso del desahogo para lograr que nuestros pensamientos sean más claros. (Será muy valioso escuchar lo que otras personas están descubriendo en todo el mundo, dadas nuestras situaciones y experiencias enormemente diferentes).

Recomendamos abordar [desahogar sobre] no sólo los sentimientos más recientes sobre la pandemia, Zoom y las reuniones en persona, sino también el crucial tema general de la cercanía física. El contacto reflexivo y constante es difícil para casi todo el mundo; sin embargo, puede ser una importante contradicción al aislamiento.

 CO-ESCUCHA Y CERCANÍA FÍSICA

Al entrar en proximidad física con otras co-escuchas, todas podemos fortalecer y profundizar lo que sabemos acerca de la necesidad racional de la cercanía. Antes de considerar cualquier detalle específico para las personas nuevas en RC sobre las sesiones en persona (o nuevas en RC, en general), podemos hablar sobre la situación general:

El contacto físico es vital para nuestro bienestar. Nacemos plenamente humanos: seres inteligentes, cariñosos, con capacidad para la cercanía, la alegría, la conexión y la curiosidad. Queremos y necesitamos un contacto humano sustancial y consciente. Las niñas y los niños pequeños buscan de forma natural la cercanía con otros seres humanos inteligentes, así como su atención cuando están lastimadas o asustadas.

Las separaciones tempranas, junto con el contacto físico desconsiderado e incluso abusivo (o la falta de contacto) se infligen tan pronto, que integrar el “ contacto” racional en nuestras vidas (así como en nuestro trabajo de RC) requiere desahogo, decisión, teoría y personas aliadas.

En otras palabras, nuestro “conocimiento” inherente cuando somos jóvenes de la importancia del “contacto” se ve a menudo interferido por la irracionalidad adulta. A menudo, en general, puede ser bien-intencionada.

A veces, está motivada por la esperanza de los adultos de calmar sus propias angustias, a veces por la decisión de no tocar por miedo a dañar a otras personas. Este tipo de interferencia adulta es un daño casi universal y a menudo puede dar lugar a que tengamos sentimientos de aislamiento “interminable”.

Puesto que la cercanía física es una contradicción clave para cualquier daño, nuestra recuperación de los daños será más rápida en la medida en que seamos capaces de crear las condiciones para un contacto físico consciente y reflexivo.

Al trabajar en nuestra relación con el contacto físico, queremos “ escapar”, es decir, alejarnos [librarnos] de nuestras grabaciones de angustia. Y nos encontraremos con un punto [sentimiento] en el que tendremos demasiado miedo o estaremos demasiado desanimadas para avanzar, porque cuando surgió el daño, intentamos todo lo que se nos ocurrió para seguir conectadas y pensando.

Nada de aquello funcionó; así que hicimos una vida que, aunque mermada, nos permitió seguir adelante [sobrevivir]. Sólo merecemos elogios por esa supervivencia. Pero ninguna pauta -ni siquiera la que nos permitió sobrevivir- es una solución para el presente. Estamos aquí para conseguir una vida completa [dejar de tener nuestras vidas limitadas por la angustia].

Nuestro papel como Participante es desafiar cualquier grabación, incluso en el área del contacto físico, especialmente la sensación de que no nos corresponde (como no nos correspondía en el pasado). Podemos reclamar una vida de nuestra propia elección desafiando cada fragmento de impotencia en sesión.

Nuestra Escucha es nuestra aliada para luchar a favor nuestro. Es nuestra lucha. Nuestra Escucha no puede hacerlo por nosotras, pero puede ser (debe ser) un poco más valiente que nosotras en medio de nuestra lucha inicial. Querremos exigir a nuestras escuchas que desafíen nuestras timideces y nos recuerden que trabajemos en los primeros momentos en los que no estábamos al mando de nuestras vidas o cuerpos.

Después de nuestras sesiones, podemos seguir tomando nuestras mejores decisiones sobre cómo elegimos estar cerca de las demás personas en el presente.

En la sesión, cambiamos los papeles [de Escucha y Participante]. Al asumir el papel de Escucha, ahora somos una aliada de nuestra Participante en su propia lucha.

En la medida en que lo que llamamos “memorias sexuales tempranas” es relevante para nuestras angustias sobre el contacto, los folletos: de Harvey Jackins: (A Rational Theory of Sexuality, www.rc.org/publication/important_articles_harvey/pt29_65_hj) y Joan Karp (Counseling on Early Sexual Memories, www.rc.org/publication/pamphlets/esm_jk)

pueden darnos una teoría probada y un “apoyo” más sólido mientras reclamamos nuestra necesidad humana de conexión física racional.

CERCANÍA EN NUEVAS CONDICIONES

He aquí algunas reflexiones para aquellas de nosotras cuya única experiencia en RC ha sido a través de Zoom (o para cualquiera de nosotras cuyas prácticas religiosas o niveles de comodidad puedan encontrar sorprendentes algunos de los siguientes puntos): Tomarse de las manos, abrazarse, reunirse en un dormitorio para tener privacidad de los demás en un hogar -todas estas y otras prácticas “comunes” y útiles (pero no obligatorias) que las Co-Escuchas experimentadas pueden “dar por sentado”- pueden sentirse extrañas y re-estimulantes.

Pueden poner en tela de juicio las decisiones de una persona sobre los límites que ha creado para sí misma (ya sea como reacción a heridas pasadas o como resultado de una decisión racional o de una observancia religiosa).

Las líderes tenemos que hablar abiertamente en nuestras clases sobre la cercanía.

Querremos hablar de cómo el contacto físico puede ser una contradicción importante, incluso crucial, con el aislamiento.

A corto plazo [para un futuro próximo], podemos compartir ideas sobre cómo obtener permiso antes de asumir el contacto: “¿Puedo cogerte la mano?” “¿Quieres un abrazo?”. Luego podemos animar a escuchar y seguir la decisión de la persona Participante.

Algunas personas pueden sentirse desesperadas por el contacto. Entonces, querremos ralentizar las cosas y tal vez poner la atención en “sólo” tomarse de la mano. Podemos encontrar formas de mirar el dolor de estar o sentirse sola, especialmente los recuerdos más antiguos que se vuelven a re-estimular. (Para aquellas de nosotras que tuvimos poco contacto físico mientras la pandemia desentrañaba vidas [hizo que nuestras vidas se deterioraran], puede ser útil recordar que podemos mirar el tema desde esta distancia ahora más segura).

Es posible que queramos adoptar una “visión a más largo plazo” [perspectiva más amplia] sobre cómo ayudar a una persona Particpante a cuestionar cualquier sentimiento que pueda estar impulsando sus decisiones sobre el contacto físico (como la desconfianza derivada de experiencias tempranas). Nuestro objetivo es ofrecer un “camino de vuelta” plausible para [planificar hacia] una vida de contacto humano inteligente, alegre y no explotador. Lo que probablemente será diferente para cada una de nosotras.

Es vital para nosotras, como líderes y co-escuchas de RC, entender y transmitir el hecho de que muchas opresiones han dejado a sus víctimas con una incapacidad para decir :“no”. O incluso  decir: “Esto me incomoda”.

Muchas opresiones llevan el mensaje de que para seguir viva, una debe acomodarse a las angustias de otras personas (especialmente de otras personas en el papel de opresoras). Estos pesados mensajes de supervivencia funcionan incluso si la situación actual no se parece en nada a situaciones pasadas o a las grabaciones de las mismas.

Podemos preguntar directamente a la Participante y prestarla mucha atención. Podemos escucharla y seguir su mente. Podemos hacerlo, durante el tiempo que sea necesario, para establecer la sensación de que se les va a escuchar con total respeto en lo relativo al contacto físico, tanto si sienten desesperación por el contacto como si le tienen terror, o si siguen observancias que requieren un contacto atento. Querremos mostrar amabilidad, paciencia y respeto.

Cuando se haya establecido un sentimiento de confianza suficiente (ya sea en dos minutos o en dos años), podremos ofrecer una sesión más dirigida para contradecir (con más desafío) cualquier patrón rígido o congelado. Querremos hacerlo de forma que la persona Participante pueda “escuchar” y sea capaz de desahogar sobre ello. Podemos seguir trabajando juntas y ser más “atrevidas” y creativas.

 Podemos ofrecer a nuestras Participantes pasos a seguir en sus vidas para probar contradicciones adicionales a cualquier patrón rígido de aislamiento o cualquier urgencia rígida de contacto.

Como Escuchas, no queremos que las rigideces y las irracionalidades limiten nuestra capacidad e inventiva a la hora de ofrecer ayuda real a una Participante. En el fondo, la Participante siempre desea [fundamentalmente] buscar “ una visión desde el exterior “ [una perspectiva fuera de su angustia]. Todas necesitamos a alguien que pueda pensar más allá de nuestra propia capacidad de pensar, y que nos permita recuperar nuestra plena capacidad de tener una cercanía racional en nuestras vidas.

RC PROTEGE CONTRA EL MALTRATO FÍSICO

En RC, tenemos muchas maneras de asegurar (tanto como sea posible, dado el estado actual de la humanidad) que el contacto físico en RC sea reflexivo y centrado en el re-emerger de la otra persona. Nuestras Guías explican claramente las precauciones diseñadas para prevenir cualquier abuso inconsciente y sistemático de las heridas de la persona Participante. Más allá de las Guías y la práctica, ofrecemos una política y un desahogo en los grupos opresores para ayudarnos como Escuchas a pensar plena y responsablemente. Queremos tener el mejor pensamiento posible para cada persona.

Las medidas de seguridad en nuestras Guías incluyen lo siguiente: Requisitos en cuanto a quién puede estar acreditada para dar clases. Aceptación  Cero de la explotación sexual. No uso de alcohol o drogas por parte de las profesoras certificadas de RC. No alcohol o drogas en ningún entorno de Co-Escucha. No expandir las relaciones iniciadas en Co-Escucha a otra cosa que no sea la relación de Co-Escucha. “Referenciarse” mutuamente (mantenerse en buena comunicación y ofrecer retroalimentación), un proceso que incluye escuchar a la persona líder, auto-valoración y mantenerse al día con la teoría de RC.

Aunque tenemos una política de no tolerancia del acoso sexual, hablamos de ello de forma diferente a otros grupos, porque entendemos que todo el mundo está herido y es probable que transmita alguna versión de esas heridas a las demás, a pesar de nuestros más profundos deseos de no hacerlo.

O que, como escuchas, podemos re-estimular el material primitivo de alguien aunque no esté ocurriendo nada doloroso en el presente. Sabemos que todas llevamos un abanico de material opresor.

Todas estamos eligiendo explícitamente ser aliadas cuando somos Escuchas de alguien.

 Para entender nuestro enfoque, por favor lee y usa el documento de Recursos sobre nuestra Guía M.5. www.rc.org/publication/guidelines/m5_resource_doc#ShowingAffection

Una petición a las líderes, por favor trabajad sobre ella en vuestras clases. Es la explicación más completa de las intenciones de RC con respecto al punto M.5. Además, nos gustaría que cada una leyera nuestra Guía M.5. www.rc.org/page/search?search=M.5.+Guideline

Como Co-Escuchas, estamos comprometidas a seguir esta Guía. Pero más importante que eso, nos gustaría seguir las intenciones de esta Guía.

UNA NOTA A PIE DE PÁGINA RELATIVA A LAS SESIONES DE “CO-ESCUCHA FÍSICAS”

A veces, las “sesiones relativas al cuerpo físico” (que puede parecerse un poco a las niñas y niños que juegan a pelearse [jugar en estrecho contacto físico]) puede ser una contradicción eficaz y puede “abrir” [revelar] sentimientos y recuerdos ocultos para desahogarlos.

Aunque implica “contacto físico”, es de una naturaleza muy diferente. Se realiza en talleres y sólo con Co-Escuchas capacitadas y entrenadas.

Gracias por tu lectura.

K Webster

Nueva York,  EE.UU.

Título original del artículo:

“Thoughts on Closeness as We Consider Returning to
In-Person Sessions”

  Publicado en Present Time Nº 213,    octubre del 2023

  Traducción: Fermín Porras
en Euskal Herria 

 

 

 


Last modified: 2024-03-06 23:31:53+00