Una economía del cuidado mutuo

Como mujer de color, criada en la pobreza, que vive en esta etapa avanzada del capitalismo, me vienen muchos sentimientos de no poder pensar. Toda mi vida me han dicho que soy estúpida y que lo que pienso no es importante. He pensado que no podía entender la economía o cualquier terminología relacionada con la bolsa, los bancos, etc.

Gracias a Harvey [Harvey Jackins] y a su lucidez, además de Dan Nickerson [Persona de Referencia Internacional para la Liberación de la Clase Trabajadora], Gwen Brown [Persona de Referencia Internacional para la Liberación de las Personas Cridas en la Pobreza], y decenas de otras personas que han trabajado sobre el clasismo, ahora sé que en realidad crecí con una visión bien formada de cómo funciona el sistema capitalista: tanto mi familia como yo misma, y otras personas trabajadoras, producimos los recursos materiales y otro pequeño grupo de personas recibe los beneficios de este trabajo, acapara y consume los recursos que nosotras producimos. Así, resulta que [lo que se demuestra es que] no hemos sido estúpidas. Puede que no hayamos aprendido palabras rebuscadas para describir el sistema, pero nos ha quedado claro cómo funcionan las cosas.

He estado pensando sobre los asuntos económicos y la terminología de esta etapa avanzada del capitalismo: los rescates, la quiebra de los bancos, el desempleo, los índices de precios al consumo, los mercados de valores y el comercio, el Banco Mundial, el producto nacional bruto (PNB), los gobiernos que fracasan, etc. Esto me ha hecho pensar en la producción, en mí y en RC.

Según la sociedad capitalista opresora, no he conseguido gran cosa: No gano mucho dinero, ni tengo una casa, ni muchos títulos. No tengo mucho “que mostrar” por mi vida laboral. He pasado gran parte de mi vida adulta (desde mis primeros años de juventud) involucrada en el entorno de RC. Me he beneficiado enormemente por formar parte de este proyecto. No lo cambiaría por nada. Las relaciones que tengo, la forma en que he crecido, lo que he llegado a hacer y a pensar en relación con la re-emergencia, la liberación y el mundo van mucho más allá de lo que esperaba cuando era una joven en el punto de mira del racismo, el sexismo y el clasismo. Quería que el mundo fuera diferente y decidí que trabajaría para que eso sucediera, pero no tenía ni idea de que llegaría a cristalizarse como lo ha hecho.

En muchos sentidos, la elección de mi “carrera” y el objetivo principal de mi vida han sido tanto mi re-emergencia como la de los demás. Hace tiempo que decidí que quería llegar a ser lo más plenamente humana posible y ayudar a otras personas a hacer lo mismo. Quería un mundo en el que el cuidado de los seres humanos entre sí y de todos los seres vivos, fuera la base de la configuración del mundo.

Entonces, ¿qué es lo que he “producido” a lo largo de todos estos años -pasando incontables horas en sesiones, en talleres, usando las herramientas de RC para conectarme con otros seres humanos (dentro y fuera de RC)? Recientemente empecé a poner mi vida “productiva” en RC en términos económicos.

¿Qué estamos “produciendo” como Co-Escuchas, y qué podría ser una moneda de cambio basada en lo que sabemos sobre los seres humanos? Una economía puede definirse como la riqueza y los recursos de un grupo de personas (de un país, una región, el mundo). ¿Y si la economía que estamos construyendo tiene como riqueza nuestra inteligencia flexible, nuestro cariño y nuestras conexiones? Hemos estado trabajando constantemente para construir (o descubrir) un recurso -la inteligencia, basada en el cuidado mutuo- que es clave para la prosperidad de la existencia humana. La moneda que intercambiamos es la atención, el respeto y el amor. He empezado a pensar en la economía que estamos creando como una Economía del Cuidado Mutuo.

Hay una tremenda necesidad en nuestro “mercado” de interacción y conexión humana reflexiva, y de inteligencia flexible que asuma [se responsabilice] y resuelva los problemas que existen debido a esta sociedad opresiva. La demanda de inteligencia humana cada vez es mayor, y lo seguirá siendo.

Lo que estamos produciendo incluye lo siguiente:

• Una creciente conexión entre nosotras como seres humanos y con el mundo que nos rodea; relaciones que son para siempre, sólidas y basadas en la seguridad del contacto de persona a persona.

• Un acceso cada vez mayor a la riqueza de la inteligencia humana flexible, a nuestro entusiasmo innato por la vida y a la cooperación y al poder inherentes que tenemos como seres humanos.

• La eliminación de la angustia (un producto de desecho de la opresión)

Estamos creando un Producto (Inter)Nacional Bruto (PIB). En cada sesión, el desahogo que realizamos produce y se suma a un “suministro” creciente de atención libre consciente e inteligencia humana flexible. A medida que hacemos esto, hay más posibilidades para nosotras como sociedad.

El PIB que estamos creando incluye cambios permanentes en nuestra capacidad de pensar y de mostrar nuestra atención y entusiasmo. Con cada sesión, y con cada uno de nuestros encuentros que son pro-humanos, que sostienen todo tipo de vida, y que contradicen la angustia, estamos contribuyendo a un PIB para la supervivencia y la transformación humana.

A medida que más personas “contribuyan a este fondo”, la oferta crecerá más rápidamente. En algún momento, la cantidad de atención superará los productos de desecho inflexibles (angustias) causados por la sociedad opresiva. La balanza se inclinará hacia la transformación en una estructura más humana de la sociedad, basada en una economía del cuidado mutuo.

Nuestro “Banco Mundial” recibe un “depósito” en efectivo cada vez que hago algo de forma humana -ya sea pensar en otras personas, salir de mi opresión interiorizada, desafiar mis patrones opresores o tender la mano a otras personas basándome en mi plena inteligencia- tanto en RC como en la tienda, en la gasolinera o en mi familia. Hemos creado un nuevo Banco Mundial del Cuidado Muto, al que cada persona, independientemente de su edad, habilidades, raza, etnia, género, etc., puede contribuir y retirarse. Y nunca hay un despilfarro de recursos, siempre hay un movimiento hacia adelante, cuando nuestra atención se destina a contribuir a este Banco Mundial de la Solidaridad.

Lo más importante es que la riqueza de una Economía del Cuidado Mutuo. es incalculable y beneficia a todo el mundo. No puede haber personas sin recursos, y nadie es mejor o más importante que otra persona.

Esta es una economía a la que no tenemos que aguardar. Se está gestando ya mismo. Ya la estamos construyendo. A medida que avancemos, será la infraestructura en la que se base la sociedad. La forma en que la sociedad gestione la distribución de los recursos alimenticios, la atención médica, la vivienda, el trabajo y el medio ambiente provendrá de la conexión humana solidaria que creemos. Será la base de nuestra interacción con otros seres humanos y con el mundo que nos rodea. Estamos construyendo una revolución que transformará permanentemente nuestra sociedad en una que pone por delante las relaciones afectivas.

Así que, si vas a “comprar acciones” en algún mercado, yo lo haría en el Mercado Libre de la Reemergencia. Es el mercado de la verdadera seguridad permanente. Nadie comprará a la baja y venderá al alza. No habrá ningún colapso del mercado ni a corto ni a largo plazo (aunque a veces lo parezca). Únicamente perderá tu angustia. Las ganancias serán permanentes y reales.

No puedes subcontratar el trabajo, y no habrá rescates del gobierno (o de otras entidades) para ti. Cada una de nosotras tiene que hacer su trabajo. Nadie puede hacerlo por nosotras. Una de las cosas que Harvey solía decir es que, en ausencia de opresión, todo el mundo disfrutaría del trabajo. El trabajo forma parte de la esencia del ser humano. Es uno de los placeres de la vida: ir a trabajar y hacernos cargo de nuestra parte de la cadena de producción.

Así pues, será mejor que me ponga a ello [que empiece a hacerlo] ahora mismo -tener una sesión, ofrecer una sesión, jugar con mis sobrinas y sobrinos, o tender la mano a alguien basándome en mi inteligencia, mi amor y el cuidado- para poder hacer un depósito en ese Banco Mundial del Cuidado Mutuo. ¡Permíteme sumarme al PIB!

¡Que te diviertas poniendo en práctica tu “cuota de aportación” del día! ¡Que lo disfrutes!

Teresa Enrico

Seattle, Washington, EE.UU.

Reimpreso de las páginas 31 a 32 de la edición de julio del 2015 del Present Time Título original del artículo: “An Economy of Caring” Publicado en Present Time Nº 207, abril del 2022 Traducción: Fermín Porras en Euskal Herria


Last modified: 2022-12-15 22:28:06+00