Desahogando Patrones de Dominación

De una charla de Tim Jackins en el Taller para Líderes de la Costa Oeste de América del Norte, en Enero de 2021

La dominación está conectada con nuestras relaciones. Si no estoy conectada con otras personas, y ellas no están conectadas conmigo, y además vivimos en una sociedad opresiva, ¿cómo afecta todo esto a nuestra capacidad de relacionarnos con las demás personas? Creo que está claro que todas nuestras relaciones se ven afectadas por la dominación. Si alguien no está conectado conmigo y no puede pensar en mí, probablemente actuará de forma dominante en su relación conmigo, si es que puede hacerlo.

Yo nací en un mundo en el que todas las personas ejercían la dominación unas sobre otras. Así que, aunque me querían y me amaban, era inevitable que la dominación formara parte de nuestra relación. Por lo tanto, yo también adquirí esta angustia. Todas la tuvimos. Si tenías hermanos mayores, lo exteriorizaban contigo. Si tenías hermanas y hermanos menores, lo hacías con ellas. Luego salías al barrio, a la escuela, y estaba ahí, en todas partes. En todas partes había un "orden jerárquico" [un sistema jerárquico de organización social].

Lo mismo ocurre en todas nuestras relaciones. Algunas nos conocemos desde hace veinte, treinta o cuarenta años. Cuanto mejor nos conocemos, más mantenemos la dominación entre nosotras aunque sea a un nivel más bajo. Pero todavía hay momentos en los que aparece el impulso de dominación. 

En el mundo, aparece mucho. Una de las pocas cosas que fueron útiles sobre el ex presidente de EE.UU. fue la claridad con la que  mostró su desesperación por la dominación. No importaba lo que estuviera pasando, o si había o no alguna evidencia o persona que apoyara su posición, él tenía que dominar. Él es un muy buen ejemplo de este material [angustia]. 

Si eres la dueña de un negocio, te ves avocada a tener que ejercer la dominación en ese negocio. Puedes contratar y despedir, ascender y descender. Si entras en el ejército, ves cómo se ejerce la dominación con un detalle exquisito. La forma en que se produce está codificada, pero el código no limita la actuación de las angustias individuales, y en cierto modo la fomenta. 

La dominación se produce en la escuela. Ocurre en las conversaciones. Puede que no tengamos el poder legal de dominar (como cuando se posee un negocio o se ocupa un cargo político), pero seguimos haciéndolo entre nosotras, a veces de forma más sutil. 

Intentamos que la gente entienda nuestro punto de vista. Como fuimos dominadas y nadie nos escuchó, sentimos que tenemos que decir algo repetidamente: Está claro que no me han escuchado, y por eso tengo que decirlo cada vez más alto, tratando de satisfacer una necesidad congelada. Intentaré tener la última palabra. Y si no puedo tener la última palabra, haré un pequeño comentario de menosprecio al final para disminuir tu dominio.

Tenemos este material porque nuestra sociedad está saturada de él, y nos sigue alejando de las demás personas. Cuanto más necesita alguien representarlo, más difícil es acercarse a ella; más difícil es encontrar la manera de llegar  y conectar con ella.

Esta parte del material de la sociedad se utiliza en todas las opresiones. Experimentamos todas las opresiones en una etapa temprana de nuestras vidas, tanto como objetivo directo como cuando simplemente estamos rodeadas de gente, es así como las interiorizamos. Entonces esto nos hace más vulnerables a las opresiones que hacen uso de ella.

Tenemos que ver cómo nos ha sucedido. Cuando alguna persona muestra los efectos del material de dominación sobre ella -cuando por ej. siente la necesidad de mostrar que es algo más inteligente o que tiene más conocimientos que nosotras- y nuestra mente reacciona, podemos sacar esto a relucir más tarde en una sesión de Co-Escucha. Para muchas de nosotras, esto significa hablar de algo que parece insignificante: "Esto no debería importar. No debería estar molesta por esta pequeña cosa". Pero si estamos molestas por ello, por supuesto que tenemos que desahogarlo hasta que deje de re-estimularnos. 

Está bien cuando podemos ser lo suficientemente claras para no actuar cada re-estimulación del material de dominación. Una cosa que aprendemos como co-escuchas es a no manifestar cada re-estimulación que sentimos. Pero en algún momento, necesitamos haber desahogado lo suficiente como para no re-estimularnos, para que el material de dominación no nos distraiga y nos haga más difícil avanzar juntas. Me gustaría que dedicaras un tiempo en una sesión a pensar en quién te dominó. ¿Cómo se introdujo en ti? ¿Cuándo le diste la vuelta y actuaste contra otra persona?

 

Cuando hemos interiorizado una angustia, entonces es nuestra, se hace nuestra. Es nuestra responsabilidad. La forma en que afecta a nuestro comportamiento puede variar según las circunstancias. Normalmente nos sentimos víctimas, porque originalmente éramos el objetivo. Y es más fácil trabajar sobre el hecho de haber sido el objetivo. Es un poco más difícil trabajar en los casos en los que hemos actuado en el extremo opresor de un patrón. A menudo la gente actúa como opresora mientras se siente víctima. Las personas que intentan dominar desesperadamente a menudo sienten que están luchando por sus vidas contra el hecho de ser dominadas. No reconocen que se han deslizado hacia el otro papel. Como siempre, la forma en que nos sentimos ante una situación no es una prueba sólida de la realidad de la misma. 

Tenemos que trabajar en lo mucho que nos golpeó la dominación y lo mal que nos hizo sentir. Y tenemos que mirar y responsabilizarnos del hecho de que la tenemos y podemos exteriorizarla con otras personas.

 

  • Título original del artículo:  Discharging Patterns of Domination”.

 

  • Publicado en Present Time: Nº 203.    Abril del 2021
  • Traducción: Fermín Porras en  Euskal Herria / País Vasco

 


Last modified: 2023-03-20 17:44:54+00