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Las enfermedades que amenazan la vida pueden ofrecer oportunidades

A medida que envejecemos, muchas de nosotras nos enfrentamos a una variedad de enfermedades, incluidas algunas que se ha demostrado que amenazan la vida o incluso son letales. La Región Brandywine (en Delaware y parte de Pensilvania, EEUU) ha experimentado recientemente varias enfermedades y pérdidas importantes.

Hemos perdido a una persona mayor muy querida que ha estado enferma por algún tiempo y que tenía una edad avanzada. La gente estaba triste pero no sorprendida. Más imprevisible y difícil fue cuando dos mujeres en sus sesenta y pocos, fueron repentinamente y simultáneamente afectadas por un cáncer de cerebro y un cáncer de ovarios respectivamente. Ambas murieron en los dos años siguientes a su diagnóstico.

Una de las mujeres era mi profesora de RC y la otra estaba en nuestra clase, así que experimenté en primera persona la maravillosa manera en la que una Comunidad de RC altamente funcional, puede organizar una red de apoyo. Se convocaron grupos de apoyo para cada mujer. Se rellenaban calendarios semanales con la disponibilidad de la gente para dar tiempo en una dirección. Las dos mujeres siempre podían decidir sobre cuánto tiempo podían usar y cómo querían ser contactadas. También recibieron mucho tiempo para desahogar en clase siempre que fueron capaces de asistir.

Yo fui parte activa en ambos grupos, y estar con estas dos mujeres extraordinarias, dándolas atención, y recibiéndola de ellas cuando quisieron reciprocidad, fueron experiencias poderosas y emocionantes.

Algunas personas miembros de nuestra Comunidad sintieron que la Comunidad (o la clase) estaba empleando demasiados recursos en estas personas y que apoyarlas era un reparto injusto de los recursos limitados. Es importante señalar que en Comunidades establecidas como la nuestra, en las que la gente ha trabajado junta durante muchos años, estos tipos de equipos de apoyo están enraizados en relaciones profundas y amorosas.

El apoyo nunca es obligatorio, y a las personas nuevas de la Comunidad nunca se las presiona para que participen. Para las Co-Escuchas que participan debería ser una oportunidad para conectar con y desahogar viejos sentimientos de pena, rabia e impotencia.

Yo misma fui diagnosticada de cáncer de ovarios en marzo de 2017. Los tratamientos, que han estado en curso desde mayo, no han impactado mi atención. He sido capaz de liderar mi grupo de apoyo de gente Judía y pensar bien sobre la mucha gente alrededor mío afectada por mi enfermedad, incluida, por supuesto, mi familia inmediata.

Mis Co-Escuchas tienen muchos sentimientos: miedo, rabia, curiosidad, timidez, y demás,  sobre mi cáncer, y a algunas de ellas se les hizo duro sesionar sobre mí conmigo. Parte de esto resulta del buen entrenamiento de RC de permanecer lejos de los temas que puedan re-estimular a tu escucha. Pero cuando doy mi permiso (tengo claro generalmente que sus sentimientos tienen viejas raíces), las sesiones pueden ser poderosas.

Muchas de nosotras aprendimos de pequeñas que no podíamos estar tristes cuando nuestra madre o padre estaban enfermas o tristes. No podían manejar nuestros sentimientos, así que aprendimos a protegerles no mostrando nuestros sentimientos. Esto nos costó caro. Internalizamos la mala información de que nuestros sentimientos podían herir a otras personas. Sesionar sobre no herir a una escucha enferma con nuestros sentimientos puede desbloquear un tesoro de daños antiguos reprimidos.

Es una práctica común para las Co-Escuchas que apoyan a una persona enferma, el hacer sesiones frecuentemente con otras del grupo de apoyo, sobre los sentimientos que tengamos sobre la persona en cuestión, para estar totalmente presente con él o ella. Muchas de estas sesiones parece que llegan a la vieja impotencia que la mayoría  cargamos. De hecho, apoyar a una persona con cáncer puede ser una de las mejores maneras para acceder a estos sentimientos.

Una de las primeras reacciones que la gente tiene cuando les hablo de mi enfermedad es ofrecer ayuda y apoyo ansiosamente. “¿Qué puedo hacer para ayudar?” es probablemente la pregunta más frecuente.

Creo que esto apunta, en parte, a sentimientos de impotencia y querer contradecirlos haciendo algo. Las Co-Escuchas tienen la oportunidad de desahogar los sentimientos y reclamar su poder completo para actuar en el mundo.

Mientras yo peleo con no querer ser una carga para mi familia o Comunidad, me consuela saber que lejos de restar recursos a la Comunidad, apoyar a una Co-Escucha enferma puede animar a la gente a sesionar más frecuentemente y desahogar viejos sentimientos de impotencia, lo que puede hacer que todo el mundo avance.

Danielle Rice
Filadelfia, Pensilvania, EEUU

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Last modified: 2019-05-02 14:41:35+00